martes, 23 de noviembre de 2010

Liniers ahogó a 9 de Julio y lo dejó sin finales

En un gran cierre de partido, Liniers venció como visitante a 9 de Julio 67-61 (35-33) y se adjudicó la serie 3-1 de semifinales llegando por segundo año consecutivo a las finales de Primera División. Martin Fabi con 15 pts fue el mejor del vencedor. Chotard con 14 tantos la figura del local.

El partido fue muy parejo y entretenido. El visitante arrancó mejor debido a la efectividad a media distancia (2-2t3) con Allende y Fabi muy metidos en el partido. 9 de Julio defendió bien a Merlo y emparejó gracias a Chotard y las apariciones esporádicas de Badano para igualar en 12. Los de Ugolini confundieron a Liniers en el comienzo del segundo cuarto con Severini (7 pts), una defensa intensa recuperando seguido (4) ante el desconcierto visitante para colocarse 25-22 y 30-25 respectivamente. El chivo desgastó a su rival llenandolo de faltas. Marinsalta fue bien a la linea (4-4t1), Pizzo acompañó adelante y atrás Liniers trabajó bien, y con un cierre de 10-3 terminó 35-33 al frente.

9 de Julio nuevamente se activó en defensa. Badano y Severini fueron un problema, más la conducción de Suarez y el trajín de Starc y Amigo defendiendo a Merlo. Ni Allende ni Larrañaga tuvieron espacios, y el local comenzó 9-4 para tomar las riendas 42-39. El juego se hizo muy parejo lleno de errores, aunque los de Ugolini salieron airosos para terminar 50-48 el tercer chico. "9" supo mantener la brecha anotando de contragolpe y recuperando (55-51), aunque los problemas de falta lo sepultaron. Liniers complico a su rival penetrando, jugando bien en equipo y sacó por faltas a Chotard y Severini, factor clave en la definición.
El chivo igualó las acciones en 56 con un doble y Merlo y 9 de Julio lo sintió. Sin sus valuartes perdió profundidad, erró gran cantidad de libres y tras cartón Larrañaga clavó un triple demoledor (59-56) y Fabi lo siguió con otro (62-56). Temporelli achicó con los libres y un bombazo, pero Allende desde la linea (2-2t1, 65-59) y luego 9 de Julio se equivocó lanzando apurado y dejandole en bandeja el éxito y la serie a un Liniers con sed de revancha.

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