
Jordan, ganador de seis títulos en la mejor liga del mundo y dos medallas de oro olímpicas, recibió el último honor de su carrera. "Todo comenzó con un pequeño balón y estoy convencido de que si no hubiese existido esa realidad, seguro que muchos de nosotros hubiésemos tenido problemas en la vida. De ahí todo lo que significa el juego", declaró Su Majestad en la ceremonia en Springfield. El número 23, sin embargo, no se considera el mejor: "Que acepte ese calificativo es pedirme demasiado".
Entre los invitados especiales estuvieron Dean Smith (entrenador de MJ en la universidad de North Carolina), Pat Riley, Tim Duncan y Scottie Pippen. El Almirante Robinson, también ex compañero de Manu Ginóbili, fue el primero en recibir la distinción. "Dios me ha guiado siempre por el buen camino y por eso a todos les doy las gracias", explicó el pivote. Le siguió Stockton, que estuvo apadrinado por el ex base Isiah Thomas, y al igual que Robinson, admitió que sólo gracias al apoyo recibido por su familia y compañeros como Karl Malone pudo estar 19 años en actividad. "El único que no quiso ayudarme fue Michael", bromeó en referencia a las dos finales perdidas por los Jazz ante Chicago.
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