En el partido de cierre de la segunda fecha del cuadrangular final de la Liga de las Américas de básquetbol, el equipo marplatense se impuso por 87 a 58 y se puso a un paso de recuperar el máximo título continental, que había conseguido en el 2008. Lo logrará esta noche aún perdiendo con Halcones de Xalapa por una diferencia de ?puntos. Ese partido, a disputarse desde las 22 en el Polideportivo, le pondrá el broche de oro a un torneo que ya se perfila inolvidable.
Peñarol jugó un primer cuarto defensivo colosal. Tomó nota de los problemas de traslado que podían sufrir los santiagueños sin Treise, presionó la base "colegiada" que armaron entre Muruaga y Mázzaro y congestionó la pintura para que Román González chocara siempre. La marcación de Martín Leiva fue sencillamente perfecta. El ex Peñarol no pudo anotar ni hacer jugar. Casi no tuvo contacto con la pelota.A partir de esa marcación, el equipo de Sergio Hernández gestó un triunfo claro. Romano no encontró soluciones al problema de elaboración de juego ni cuando envió a la cancha juntos a Dobie y a Gil, ni cuando le confió la base al pibe Orellano.Como contrapartida, Tato Rodríguez jugó un cuarto inicial brillante. Condujo con paciencia y sobriedad. Además, con gol. Los tiros de tres puntos suyos (clavó dos en el primer cuarto) abrieron el camino. Y el resto seleccionó casi siempre bien los lanzamientos. Cuando pudieron, como si fuera poco, corrieron. El conjunto marplatense llegó a sacar una máxima de 19-5, que Quimsa logró recortar recién en el minuto final con cinco puntos consecutivos de Mázzaro.
El segundo parcial fue más de lo mismo. Quimsa no encontró soluciones para sus problemas de conducción. Román González nada gravitó (a punto tal que no convirtió en todo el primer tiempo), tampoco apareció White y Mata asumió la misión de "secar" a Mazzaro.Con todos los caminos cerrados para el rival, fue cuestión de controlar el juego, mover la bola en ataque con paciencia, dejar correr los segundos y encontrar espacios para tomar tiros limpios de tres puntos, el arma predilecta del conjunto de Hernández.
Entre Tato, Gutiérrez (2), Diez y Campazzo aplicaron cinco tiros de tres puntos letales para las posibilidades santiagueñas.En síntesis, Peñarol desbordó totalmente a Quimsa en la primera parte, le llegó a sacar una diferencia de 24 puntos (44-20) y finalmente se llevó una tranquilizadora diferencia de diecinueve al descanso largo.No aflojó un ápice su esfuerzo el conjunto de Sergio Hernández en el tercer cuarto. Siguió atento a todo. Y continuó con su idea de elaborar el juego de ataque con paciencia para elegir un buen tiro o para forzar una falta, algo que Tato Rodríguez hizo con mucha astucia.
Así, aún con la tardía aparición en escena de Román González (Leiva fue un mastín sobre él a lo largo de toda la noche), el conjunto local manejó la diferencia tranquilamente ante un rival que, por momentos, agravó su situación en discusiones con los árbitros.Peñarol, a sabiendas de que la diferencia servía, no bajó el ritmo en ningún momento. Hernández mandó un rato a la cancha a los suplentes y estos respondieron como los titulares. Y cerró con los de siempre. De ese modo su diferencia subió y subió en el marcador. Hasta llegar casi al cielo de América.
Peñarol (87): S.Rodríguez 19, K.Lamonte 19, M.Mata 5, L.Gutiérrez 11 y M.Leiva 3 (FI); A.Reinick 4, F.Campazzo 10, A.Diez 7, S.Vega 9 y A.Sánchez 0. DT: Sergio Hernández
Quimsa (58): J.Muruaga 8, J.Mázzaro 18, A.White 7, D.Gómez 7 (x) y R.González 5 (FI); P.Gil 0, H.Dobie 1, D.Tintorelli 5, J.M.Orellano 0 y B.Ingratta 7. DT: Carlos Romano
Cancha: Estadio Polideportivo Panamericano
Arbitros: Reynaldo Mercedes, Steve Seibel y Héctor Uslenghi
Parciales: 19-10, 44-25 y 69-39
FUENTE: Diario La Capital de Mar del Plata
sábado, 6 de febrero de 2010
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