De movida el Bata salió a la cancha a borrar del juego a su rival. Con una intensidad defensiva al límite de la falta y con una gran concentración en ataque el conjunto de Irineo Galli, con goleo repartido y con la figura de Christian Nalpatian en el primer parcial (11 puntos), impuso condiciones rápidamente para pasar a ganar por 16 a 7. La buena marca de Ignacio Catanzaro sobre Martín Fabi y de Guillermo Crespo sobre Fernando Larrañaga le pusieron candado a una ofensiva del Chivo que careció de variantes y fue dominada totalmente por una defensa siempre al límite.Sin embargo, un par de triples de Gonzalo Martínez y otro de Larrañaga pusieron a la visita en juego (28 a 22). Pero la floja defensa de los dirigidos por José Luis Pisani permitió 34 puntos en el primer parcial, que fue cerrado por el local con sendos triples de Nalpatian y Gonzalo Badano.Todo cambió en el segundo cuarto. Estudiantes, condicionado en defensa por un arbitraje muy celoso, se quedó sin gol. Nadie se hizo cargo del aporte del marplatense Nalpatian en el segundo cuarto cuando éste entró en la rotación. Liniers apostó al tiro perimetral y acertó como en el primer partido en el "Hernán Sagasti".Dos conversiones de Sebastián Aleksoski, seis puntos de Martín Fabi y un triple sobre el cierre de Gonzalo Martínez arrimaron al Chivo a sólo uno (48 a 47) antes del descanso largo.
Cuando los fantasmas de la eliminación empezaron a merodear el Gran Gimnasio el Bata se despachó con un tercer cuarto espectacular. Clavó un parcial de 30 a 11 para liquidar el partido con apariciones fundamentales de Julián Sansimoni (7 puntos en el tercer cuarto) y Gonzalo Badano (8), secundados por un impecable armado y goleo de Federico Silveyra (10).La salida por faltas de Franco Marinsalta terminó de derrumbar a un Liniers que apostó a recortar la diferencia al inicio del cuarto final desde el perímetro, pero el desgaste al que lo sometió el Bata le empezó a pasar factura y la efectividad se fue apagando de a poco.La visita intentó en los primeros minutos del último cuarto dar vuelta el juego, pero una vez que se dio cuenta que la parada era imposible Pisani puso a los pibes para preservar a sus principales figuras para el juego decisivo. Galli hizo lo mismo y terminaron jugando los juveniles de ambos equipos. La diferencia de 41 puntos queda sólo para la estadística. Se sabe que hoy la historia será bien diferente.
FUENTE: Diario Popular de Olavarria
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