Tanto el "escopetero", "pepe" como el "puma" fueron galardonados con un cuadro de gran tamaño con una foto de cada uno inmortalizados con la camiseta argentina. "Manu" fue premiado por el presidente de la asociación bahiense Adolfo Lista, mientras que el intendente Cristian Breisteintein también homenajeo a los cuatro fantásticos bahienses que tanta história crearon en el básquet bahiense, nacional y mundial. Además hubo tiempo para que Sergio Hernández se acerque, en con una reverencia, entregarle a Juan Alberto Espil la camiseta número 10. Tras cartón Luís Scola también tuvo su homenaje con la entrega de la albiceleste y el reconocimiento para el actual capitán argentino. En el cierre una foto con todos los jugadores del presente, los de antes y los del futuro. Nadie quería perderse salir en una foto que quedará en el recuerdo de todos.
¿Cuantas veces nos habrán hecho levantar para verlos por tv? ¿Cuantas veces se habrán gritado los triples, los dobles de estos gigantes del básquet? ¿Cuantas veces festejamos por culpa de ellos? ¿Cuantas veces llorarmos de alegría con los logros y de tristeza por las derrotas? En todo momento. La generación dorada nos brindó lo mejor de sí, y lo hacen aún con lo demostrado dentro de la cancha.
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