La temporada 2008/09 significó un torneo singular en muchos aspectos para los equipos bahienses. Por un lado, un Estudiantes que estuvo a medio pie de decirle adios a la liga Nacional pro problemas económicos y que terminó no solo jugando sino también sacando pecho y contagiando como nunca su parcialidad. Con Richotti desde la banca, el albo se armó con los últimos pasajeros que quedaban y dejó bien en alto el nombre de Estudiantes. Inpensadamente lo de El Nacional fue todo lo contrario. Los problemas monetarios también ahondaron en el bolsillo celeste, y el hecho de desprenderse de la mayoría de los jugadores de la pasada temporada, terminó siendo fatal en las aspiraciones. Extranjeros que funcionaron a medias y nacionales que tuvieron que calzarse la banda de protagonistas y no pudieron asuminarlo.
Ahora bien... ¿ Cuales fueron las variables para que Estudiantes pueda ser un equipo peligroso y El Nacional un equipo limitado y carente de victorias? Trataremos de responderlo...
Por un lado aparece Estudiantes BB. Meses antes del início de la nueva temporada, el club de calle Santa fe era un tormenta en la cual se no se avisoraba un final feliz. Su presidente, Francisco Fuster dejó bien en claro que era casi imposible jugar la liga por razones económicas. Sus palabras fueron ratificadas una y otra vez por él, aunque poco a poco las empresas se acercaron y se prendió una luz de esperanza. El albo podía jugar después de muchas idas y venidas, y mas dudas que certezas. Richotti confirmado en la banca, y luego a buscar jugadores. Barrera se quedó al igual que Franco y Levy, mientras que las demás fichas se fueron yendo. Las llegadas de La Bella, Bianco y los aleros Cangelosi y Rivero llevaron tranquilidad para jugar. ¿ Era posible pelear algo con esos jugadores? Parecía difícil, aunque estos jugadores con una filosofía a cuestas de Richotti volcaron la balanza y demostraron otra cosa.
Para sorpresas de propios y ajenos Estudiantes sustentó su gran campaña en varios bastiones. El primera y principal su localia. El albo como pocas veces mantuvo su casa con más victorias que derrotas jugando a buen nivel colectivamente. La llegada de Nelson fortificó el nivel de sus compañeros. El pívot norteamericano fue el apoyo ideal de Levy en la pintura, un jugador solidario, con potencia y gol asegurado. En todo esto mucho tuvo que ver Richotti. En la cancha se mostraron caracterícticas propias del entrenador. Un equipo aguerrido, de gran defensa, mucho corazón y que contagiaba al público con su espiritu de lucha y también su buen básquet brindado por momentos.
A pesar de desnudar diferentes falencias, el albo ganó partidos increibles de local (Atenas, Libertad, Peñarol, Olimpico La Banda) y fue creciendo como equipo. Rivero como Cangelosi agigantaron sus números, Franco rindió más de lo previsto, La Bella tomo confianza, mientras que los "obreros" Bianco, Barrera y Cecchi llegaron bien desde la banca. Llegó la salvación del descenso, aunque Estudiantes estuvo a punto de meterse entre los cuatro primeros. El respeto ganado por sus rivales y la lucha incalzable de un equipo batallador fueron claves para ganarse un lugar de privilegio en la próxima liga. No pudo ante Regatas (C), pero la gente reconoció el sacrifició del equipo y el contagio que provocó a lo largo del torneo.
domingo, 5 de abril de 2009
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