jueves, 26 de noviembre de 2009

Fuera de casa no hay negocio por el momento para el albo

De menor a mayor. Quilmes arrancó con dudas, pero las despejó en el complemento. Con una muy buena tarea en ese segmento del base Muller, con eficacia en el tiro abierto y con un marcado dominio en el rebote. Así derrotó a Estudiantes de Bahía Blanca por 82 a 75 en un partido correspondiente a la decimocuarta fecha de la primera fase de la Liga Nacional de Básquetbol.

El primer cuarto resultó soporífero, difícil de digerir. Eso sí, los dos equipos se aplicaron en defender. Pero atacar les costó horrores. Sólo los extranjeros, y no todos, mostraron alguna aptitud más que el resto en esa faceta. Entre Assie y Keep, por un lado, y Smith y Abney, por el otro, mantuvieron la pulseada pareja. Hasta que a Quilmes se le abrió el aro con el tiro de tres puntos, clavaron un par Muller y López y el equipo de De la Fuente obtuvo una ventaja máxima de ocho puntos (16-8) a poco del final del primer parcial. El segundo cuarto mejoró un poco. Estudiantes se vino porque salió decidido a confundir al conjunto marplatense con una defensa zonal y lo logró durante algunos minutos. En ese pasaje, Andre Smith se compadeció un poco del sufrimiento del público y devolvió algo del valor de la entrada. Atacando el aro, tirando de tres o desde la línea, el estadounidense mostró real jerarquía, marcó doce puntos consecutivos y su equipo pasó al frente por primera vez (24-22) cuando aún restaban más de cinco minutos para el final de la etapa.

En ese punto el partido se animó. Assie dio la cara para Quilmes, pero lo mejor fue que el equipo local trabajó con más paciencia y frialdad para crearse buenos tiros contra la zona. Piñero la acribilló con tres triples y Cangelosi aportó uno más. Pero del lado bahiense, Franco y el pibe Agostino encontraron la medida del aro desde la larga distancia y se produjo un pasaje atractivo de intercambio de gol y gol. Smith descansó un poquito sobre el final, Quilmes aprovechó para volver a tomar las riendas del marcador y Edwards, ingresado recién en el segundo parcial, afirmó el 39-35 final del primer tiempo con una colosal tapa sobre Franco cuando intentaba de tres puntos en la última acción.

Al regreso del descanso, Muller ingresó muy activo, se encargó con eficacia de la defensa de Smith (era el cuarto marcador que De la Fuente le destinaba en el partido), enseguida le robó un balón y anotó cinco puntos consecutivos para que el conjunto ?tricolor? consiguiese una máxima ventaja de once puntos: 46 a 35. Ese parcial fue mortal para Estudiantes. Para colmo, enseguida salió por cuatro minutos Smith con un golpe en la rodilla por un choque con Cangelosi. En consecuencia, los de Richotti hicieron lo que pudieron. Una ráfaga positiva de Robinson le permitió sostener la desventaja en el orden de los diez puntos. Pero otra aparición rutilante de Muller (con dos triples y una asistencia para otro de Edwards) prácticamente liquidó la historia al llevar la diferencia a 60 a 43 a falta de poco menos de tres minutos. Cuando Smith volvió al partido, la desventaja de su equipo era de veinte puntos. Y los de De la Fuente cerraron el parcial 65 a 50 al frente. En el cuarto final, Quilmes manejó la ventaja. Alternó en ataque momentos buenos y malos. Pero sus aciertos de tres puntos lo pusieron a cubierto de cualquier riesgo. Y también el abrumador dominio que estableció en la lucha por el rebote. Con un tiro por ataque y Smith sentado en el banco, Estudiantes ya no tuvo con qué inquietarlo. Así llegó a una victoria desahogada y que le permitió emparejar su balance de triunfos y derrotas.
FUENTE: Diario La Capital de Mar del Plata

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